Blogia

Silence Is Sexy

¿Sabías que la curiosidad mató al gato?

Si estás aquí es porque andas de curioso(a). No es por otra cosa... que bueno, que bueno, ocupa tu tiempo en leer mis pensamientos. (Caducos pero pensamientos)

Te dejo con una lista de los que para mí, fueron los mejores de aquella época. O los que más me gustan o, los que gracias a esa situación, me hicieron lo que soy ahora.

Paciencia, a Blogia le gusta ir más lento que procesión de pueblito. Presentaría queja pero, luego capaz y toman represalías.

Nos cambiamos...

http://silencio-sexy.blogspot.com/

 

Please, update your bookmarks.

(Siempre quise decir eso)

Blogia... ya no te quiero

¿Saben lo difícil que es editar los pinches códigos para subir una nueva plantilla en éste servidor? Está tan lento, protegido y revoltoso que uno termina escogiendo cualquiera del montón. Maldito. Maldito Blogia. Maldito servidor. Maldito diseño bueno para nada. Malditas ganas de ser pefeccionista. Maldita sea que no tenga una nueva categoría de entradas que digan "me quiero mudar a blogspot".

(foto sin título)

(foto sin título)

Dicen que el amor es ciego, que no tiene edad, que anda en boca de todos, dicen, que está en el aire, presente en los corazones de muchos.

Yo lo ví masticado y crucificado en un poste, a la vista de todo aquél que quisiera mirar su inmortal retrato callejero.

El Pozo ó No Tengo Miedo

El Pozo ó No Tengo Miedo

No soy muy fan de la TV, y menos con tan cagado y horrible sistema de cable populero. Pero hay veces en las que tengo la oportunidad de encontrar verdaderas joyas. Dobladas al español y con un color horrible (culpa del canal) pero siguen siendo como esas piedritas luminosas que uno de niño atesora sólo por tener valor disque “sentimental”.

Io non ho paura. Película italiana. Un niño andando de paseo se encuentra un pozo, dentro de un pozo está Filippo. A Filippo, lo secuestraron.

Adoro las películas tristes y con finales devastadores, ha de ser porque soy vieja y me encanta el tipo de conflictos que al parecer no tienen solución y representan todo el realismo de ésta era. Más porque casi al final, el amor fraternal se me hace como sentimentalismo homosexual y eso me encanta. Tengo problemas.

¿Algo valioso? Sí… La toma muy nítida y minimalista. Normalmente, cuando no hay música, te permites saborear el ambiente que le ponen al film. Escuchas como el aire sopla los campos de trigo. Los barullos que hacen los grillos cuando ya se hace de noche. El calor, te ponen muy en claro que hace calor. Te sugestiona el sol, la iluminación, la parquedad con la que vive la gente. Está muy bien hecha, tengo que volver a verla en el idioma original. Me molestan los doblajes. Yo pensé que el protagonista es “Mikelino” y resulta que el IMDB me dice que no, que es “Michele”.

La clara demostración de un Síndrome de Estocolmo, pero atravesando por ahí una lección muy valiosa: nunca digas “No puedo”. Luego se te aparece Michele diciendo “Sí, si puedes... si no lo haces te van a cortar las orejas”.

Que muchachito tan emprendedor.

Paula dice...

Paula dice...

Me hace felíz...

MMMBop

Lo vi de reojo en cierto programa de TV "Favoritos del POP: 90’s", y en cuanto reconocí la melena rubia y la tonadita, me transportó a mi remoto y vergonzoso pasado.  A mi, me gustaba esa canción. Es más, alucinaba con ella. Aquí está el video que por gloriosas razones no tengo derechos de postear . El pasado está muy bien guardado por códigos del You Tube.

¡Aquellos días!, ¡aquellos tiempos!

En esos entonces yo tenía alrededor de 10 años, usaba la computadora para hacer dibujitos y cartelitos, jugar con enciclopedias  interactivas y ya. El internet era algo con lo que mi madre me quitaba de en medio. Ella checaba mail en el Outlook y esas cosas bien aburridas.

Me acordé de mis primeros encuentros con MI música. Cabe mencionar que tuve una infancia monopolizada musicalmente por los gustos de mi padre. No me quejo, había desde Pink Floyd, hasta José Luis Perales,  muchos Beatles y algo del TRI. Pero eran sus gustos, "de él".

Me acordé del día en que con mi domingo de "diez pesos", pasé por un puestecito ambulante de cassettes chafita, y me compre el que decía "Mega Dance ‘98". ¡El hit del momento!, que aparte tenía otras canciones. Llegué a mi casita, y en una grabadora fea que era de mi tía, puse el cassette y boom. Me quedé como una hora o más escuchándolo completito.  Con el tiempo hice mi rutina de llegar, poner "play" a la grabadora y solo escuchar las que de verdad me gustaban, como ésta que les acabo de decir de Hanson. ¡Washashaba esas canciones hasta el cansancio! ¡Dios mío!

Cuando uno desempolva éste tipo de recuerdos, vienen a la memoria tantos pequeños detalles.  Como que el cassette era de color blanco. O que yo tenía un par de tenis igualito a los que se usaban en ése video. Que no me dejaban ver MTV. Que yo era la única chavita de mi salón que sabía cómo usar una computadora.  Que las otras chavitas cantaban en español porque a ellas si les daba pena washashear canciones que no sabían. Que mi maestra se aprovechaba de mis conocimientos computacionales para hacerle tapas a los cuadernos de sus planeaciones y cartelitos para decorar el salón. Que al parecer, en intentos de compartir mis conocimientos musicales presté ese cassette y nunca me lo regresaron. Que a partir de ahí ahorraba para comprar más música, en cassette, hasta que el gusto sólo me duró como tres semanas pues comencé a ahorrar para unos patines o sepa que otra urgencia pre-adolescente del momento.

Hace ya más de diez años de eso y juro. Juro que ésta es la primera vez que veo el video.

Siento que si hacemos analogía, Hanson Bros. es para los noventas, como Jonas Bros. para la época actual. Sí, ¿no?...fuchi.

Una fobia más al costal

En este preciso instante, tengo el terror de que, ya sea consciente o inconscientemente, vaya hasta la cocina, tome una cuchara y el bote de "Crema Chantilly" que está en la puerta del refrigerador y lo engulla vorazmente sin control.

Me da pavor.

No puedo pensar más que en el miedo que me da tener todas esas propiedades vacías en mi organismo, toda esa "repulsivamente dulce" cosa en mi lengua. Me asusta.

...

Y ahora que lo expreso... se que tengo todo el control.

Nunca he escuchado la misma canción de Psycho dos veces

El sábado pasado, mi vecina tuvo una fiesta en su casa. Empezó como típica reunión de adolescentes sin nada más que hacer. Las quince veces que crucé la calle se divisaba desde lo lejos la chela barata y muy de cerca se escuchaba el infame reggaetón y las conversaciones banales de “no gooooei”, “no mames, gooooei”, etc. Si se preguntan por qué crucé la calle tantas veces, no les diré, pero créanme que fue exclusiva necesidad y no fisgoneo.

La tarde se apagó, después de un rato dejó de ser tarde de púberes y comenzó la noche de ligue. Vario producto femenino circulaba entre carros último modelo y las últimas tendencias del alcoholismo con Whisky. Lo curioso es que las nenas de éste tipo y a esta edad y en éste tipo de lugares, sólo calientan y justo cuando empieza lo bueno, el papá toca la bocina para que salgan despavoridas.

Qué patético es que esté relatando una fiesta a la que principalmente no asistí. Me siento como Pavlov con sus perros, o cómo detrás del cristal de la sala de interrogaciones de C.S.I., no estuve formando parte de la susodicha “fiesta”, pero por ser vecina de al lado se me quedó la impresión, la desvelada, los vasos desechables en la cochera y como no, el “delicatesen” de selección musical.

Como por las dos de la mañana, ya había un aproximado de 80 personas en la casa-cochera-patio y hasta en la calle. Y de tener un volumen moderado para todas la mezcla de salsas, cumbias y otros éxitos del reggaetón, a alguien, espero no saber nunca quién, se le ocurrió poner a todo volumen en el estéreo del auto (vía bluetooth gooooei) algo así como un disco completo de Psycho. Puta.

El Psycho, en mis épocas de teatrera, preparatoriana, en busca de un adapte social, el psycho era la onda “goooei”, tenía sus sub-géneros y hasta clasificación categorial. Había Psycho de calle, psycho de antros, psycho machín para raves, psycho barato de puestecito de mercados, etc. El que alcancé a escuchar y ver vibrar, entraba en la última categoría (de mercadito). Me quedé en OFF y en vela durante más de una hora. Hasta que paró, no sé si el disco se acabó o llegó patrulla, no lo sé, pero aquella cosa maldita que lastimaba mis oídos ya no estaba ahí.

Me acabo de enterar, dos días después del suceso, que mi otro vecino de al lado llegó a mitad de la fiesta (justo durante el episodio psycho), entró a la casa, pateó a dos perdidos en el suelo, desconectó bocinas, tiró una laptop y casi muere. Docenas de chavitos alcoholizados le dieron muchos golpecitos que cuando recupero el conocimiento, dio de testimonio de que “no pegan tan fuerte”. Quiso poner demanda, que no procede por daño a la propiedad ajena y demás burocratices.

En fin, es cierto eso que digo, NUNCA he escuchado la MISMA canción de psycho dos veces, para mí todas suenan diferentes, o la verdad inconsciente es que algunas son tan espantosas, que, hay que borrarlas de la mente para poder decir que nunca quiero volver a escuchar eso.
Estoy madurando, diría mi madre.

No es que el mundo sea muy grande

... es que te piensas muy pequeño.

Cosas para olvidar el hecho de que no veran a Radiohead hoy

A mi me funcionaron hasta cierto punto.

  1. Despertar demasiado tarde.
  2. Pintar tenis Panam para que queden verdes. (chulísimos)
  3. Imaginarse (incluso escribir) el posible set-list de el concierto de hoy que incluya el nombre de las canciones, el álbum y hasta la duración.
  4. Ahora preguntarse si será diferente set-list  para el concierto de mañana... trazar uno si la respusta es positiva.
  5. Tararear en el baño Karma Police.
  6. Medir distancias de Morelia al DF basandose en la duración de la música que pensaba llevar.
  7. Consultar el saldo en cualquier ATM para encontrar algo de realismo en el mundo.
  8. Maldecir kármicamente a todos los que si van, pero no quieren.
  9. Razonar con el Wero para que devuelva el perro.
  10. Hacer un pastel con Paulita de ayudante.
  11. Escribir.

 

Me gustan los puentes peatonales

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Look at the Patterns.

La gente los podrá ignorar pero, es tan fantástico estar arriba. Si no fuera un conector a destinos sería una gran alternativa como lugar de recreación personal. Un escenario perfecto para la fuga de los soliloquios. Cosas que se podrían hacer en un puente peatonal: pro-skating, leer en sus escaleras, cruzarlo en modalidad de pasamanos, acostarse a ver la luna, verte de lejos... como dije, infinidad de cosas por hacer.

La vejez es algo que no entiendo

Ví tres películas, que sin que yo me lo propusiera seguían (de cierta forma) una misma línea temática: Cuando uno es viejo.

El curioso caso de Benjamin Button, The Reader y El amor en tiempos de cólera.

La primera me dio algo así como asquito1, la segunda... también me dio asi como asquito y la tercera: sí, algo de asquito, pero por que Shakira las pasa a "cagar" con su participación en la banda sonora (al día con mi comentario musical).

No estoy preparada para la gerontofilia, ni siquiera estoy preparada para imaginarme a personas mayores de 40 años practicando lo que yo conosco como sexo pasional. Hay que aclarar que las tres son mega producciones y que ganaron sus Óscares por representar lo extraordinario, la mentira y el despecho. Sí, merecen mención honorífica en algunos aspectos, pero ¿un Óscar?. Ya, voy deacuerdo que en cuatro años o menos, se podrá conseguir uno de esos hombres dorados en cualquier tienda de prestigio.

Debería hacer yo mis anti-óscares para cada película que veo. En este momento empezaría con:

Peor colaboración musical a Shakira por: "Cada Día Pienso en Tí" en El amor en tiempos de Cólera ó Peor maquillaje a: Giovanna Mezzogiorno en El amor en tiempos de Cólera ó Peor argumento a: The Reader; ¿? (What-the-fuck).

OK, sí... pasó, o no pudo haber pasado. Lo mastico, pero no lo entiendo. ¿Quieren que por un momento sienta feo por una pobre *inserte spoiler aqui* que fue Nazi? ¿Es acaso una película pro-semita?, supongamos que la historia es verdadera ¿el sexo fue solo para que aplaudieran a Kate Winslet por enseñar lo que en Titanic no se vió?, no entiendo... cú-cú.

En fin.


1 Asquito: Repulsión a la verdad; negación a lo evidente; incapacidad de cambiar los hechos.

 

Asesina en sueños

A veces, y solo con ese tipo de desconocidos que te hace encabronar, me sale un impulso violento-ficticio. Es como esos flashbacks que ves en algunas películas en donde, de estar en una conversación civilizada, de repente rompe el caos: sangre aquí y allá y de nuevo, a la escena inicial. Como un tipo de opción alternativa que hubiera estado genial realizar pero que por reglas morales y/o jurídicas nomás no.

Me pasa mucho con gente ignorante, machista, algunos choferes, recepcionistas (mujeres) y gerentes (hombres). Exíste una conversación previa "civilizada", pero siempre, siempre, mi interlocutor es quién sale con una barbajaneidad más grande que su estatura. Es ahí donde trato de no perder la cordura, de ser lo más paciente y menos mal hablada posible... y en ese intento de auto-control, mi mente le pone play a su ficción y acto seguido yo tomo un arma (asi como ésta), le atino tres tiros a mitad de los ojos, los dejo chorreando de sangre, tomo mis cositas y me voy super alegre y con esa sensación de "me vale madres". Claro que a tal grado, mis fantasías ya incluyen más variados amagos de la balística, como el tiro en la sien, en la boca para que salga por los sesos; un solo tiro en la rodilla para que del dolor me pida que mejor lo mate; en el pie y en el hombro. Las balas en el estómago y corazón si me dan cosita.

Lo curioso es que las ganas de matar siempre me dan con extraños (y solo con un semi-conocido). De chica siempre fantaseaba con ser asesina a sueldo, y ladrona profesional y dar marometas por lásers y ganar mucho dinero en costalitos y vestir cuero negro y todas esas cosas. Ahhh, la fantasía.

Qué perfecta fuga para la realidad tan desabrida de hoy.

Vigilia

La palabra me da escalosfríos. Me acabo de dar cuenta de que es viernes de vigilia porque escuché a unas señoras criticar a un carnicero por abrir en "día tan sagrado"... aparte porque no salío tampoco la señora de los tacos de cabeza con los que regularmente me alimento una vez por semana.

Vigilia. Nunca me gustaron los viernes de vigilia. Cuando estaba en el colegio de monjas, todos éstos viernes nos hacían tirar a la basura todo aquél alimento que contuviera carne. Aún cuando fuera salchicha económica constituida por albuminas y grasa, merecía estar más en el bote de la basura que en nuestros santos estómagos en pleno desarrollo, porque si no... te ibas al infierno. Le debo mucho a esas monjas, de verdad. SIn ellas nunca hubiera desarrollado un segundo lenguaje como él sarcasmo. Benditas ellas y sus copones de 14 kilates donados por la sociedad de padres de familia.

Vigilia. Día de fiesta para la economía piscícola. De descubrimiento para el católico desprevenido. De rutina para el pobre y de asueto para el carnicero.

Nunca me han gustado los días cómo éste, sobre todo por ser viernes. Las tortas del mago cierran, las Dominos tienen éstas asquerosas combinaciones de calamar y atún, los sushis están a reventar y si alguien te ve dándole mordida a cualquier alimento que antes fue animal de granja se enojan, cuchichean y se ván para que no se les antoje.

 

Paula y el desamor

- ¿Me quieres?
- No
- ¿Quieres que me vaya?
- Sí
- ¿Ya no quieres que sea tu mamá?
- No
- ¿quién será tu mamá ahora?
- Ella, tú no.

Así de seco y real.

Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. Le faltan 2 meses para cumplir los tres años y ya me quiere fuera de su vida. Me dolío. Aunque quince minutos después me dío un abrazo fodongo, me sigue doliendo.

My Life Without Me

Como con toda película que veo, siempre trato de relacionarla con algún momento o fase de mi vida. Ésta vez no me costó trabajo. La historia de Ann se parece a la mía en ciertos puntos específicos, como la maternidad a temprana edad, los conflictos emocionales, las palabras, las acciones, casi casi que la única diferencia es que ella sabe que morirá y yo no lo sé, pero actuó muchas veces como si repentinamente fuera a morir.

Mark Ruffalo. Hasta esta cinta me dí cuenta que me gusta como actúa, que me gusta su complexión física y que ahora que hago recuento de caras y cosas, tiene muchas características de las personas de mi no tan remoto pasado, espero poder algún día armarme de valor y especificar en qué película actúa el (o los) Mark Ruffalo que yo conocí.

La música es buena, es el tipo de soundtrack que a todos nos gustaría tener cuando tenemos esos largos soliloquios que no dejan dormir.

Confieso que me frustó que todas las escenas hayan sido grabadas como en un zoom x2, veía todo demasiado grande como para que cupiera en la pantalla. Pero supongo que eso hizo que me centrara más en el sentimentalismo a futuro, que ojo, me llegó puesto que tengo hija, y el pensarme su vida a fututo, sin mí, es desgarrador, ni más ni menos.

Buena, recomendada para todas las nenas sentimentalistas a quienes no les gustan los finales tan felices. Just like me.

Memorable quote:

-Kiss me now or i’m going to fucking scream

 

Marco

Marco viene de buena familia. Es joven, bien parecido, amable, tienen un excelente sentido del humor y trabaja comodamente en unas oficinas gubernamentales. Le gustan los libros de Jorge Bucay, bailar salsa todos los viernes y los muchachitos de 20 años. Marco es homosexual.

Entre uno de sus pasatiempos favoritos se encuentra el reclutar amantes en la vía pública, a plena luz del día y dentro de su auto. Tal accion  tiene un arte y una estrategia que con el tiempo Marco ha perfeccionado. Dice que es como salir de caza, que se necesita de intuición, algo de encanto y por supuesto, lucir como que tienes cincuenta mil pesos a la mano. "Con dinero baila el perro".

Ese talento natural es lo que más sorprende. Marco es capaz de reconocer a otro gay caminando a menos de 15 metros de distancia. Y si le parece que a primera vista llena sus expectativas, sólo baja la ventana del vehículo para decir ¡hola! y ¡súbete!, alternando de vez en cuando una sonrisa de cómplice. Marco ha memorizado la locación de aproximadamente 25 moteles de paso, y cómo llegar a ellos al tiempo en que convence al futuro amante a pasar una hora de su tiempo con él, a solas, en un lugar donde puedan conocerse mejor. Con la promesa de toda discreción, la confianza de la negación y por supuesto, la garantía de que está a punto de pasar la mejor experiencia de su vida.

Hace dos años que hace ésto dos veces por semana y según él, nunca se ha topado con las mismas personas. Ha tenido algunas complicaciones, pero en general, dice que tanto él como sus acompañantes pasan un buen rato. Después de éso, siempre les pide su número de teléfono, aunque de antemano sabe que no los llamará. Nunca lo intenta, siempre deja los papelitos arrugados en la guantera o en la bolsa del pantalón que luego lleva a la tintoreria y desaparece entre tanta agua y espuma, pero nunca hace el intento de llamar. ¿Para darme cuenta de que no existe el número?... ¿que la persona que me cogí no existe?

Un día, siguiendo ésta misma rutina. Encontró a un chamaquito cualquiera por el centro justo enfrente del Jardín de las Rosas, quién después de ver el reloj se subió y miró para atrás, como checando que nadie lo viera. Marco desplegó todos sus encantos lingüísticos y de palabra como por cinco calles mientras su acompañante estaba callado, cuando de repente siente el cañón de una pistola en sus costillas derechas. "Dame tu cartera y tu reloj cabrón". Así, como si acabara de decir su nombre queriendo seguir una conversación, pero con una cara de psicópata. Al final, hasta salió con el iPod y los lentes, caminando calle arriba, sin voltear y dejando a Marco a las cinco de la tarde con su primer fracaso del índole sexual. Marco pensó en continuar con la caza obligada de ese día pero sus fondos no daban para más. Tardó en recuperarse del susto solo medio día. Quisó seguir a las andadas, pero se dió cuenta que ahora todo era desabrido y sin chiste. Sabía que tenía un problema cuando todas sus frases de conquista las comenzaba con "¿No me reconoces?".

Marco se enamoró. Se enamoró de aquel muchachito flaco y sin facciones memorables. Sólo la voz. Marco recuerda todos los detalles de esa voz que logró desarmarlo por primera vez en su vida. Era predecible que ahora Marco desistiera de su pasatiempo y se convirtiera en un alma en pena y vagara por el Jardín de las Rosas esperando ver pasar a un símil de su fantasía. Duró una semana tomando café en el Jardín todas las tardes hasta que se inviertieron los papeles. Un señor más grande que él, corbata y carro de lujo le hizo señas, le pagó su café y lo llevo por ahí... a conocerse mejor, a olvidar por un rato al mundo, a "vivir una experiencia única" y a dejar un número de teléfono y a saber que nunca volverá a ver a esa persona, ¿qué tenía que perder?.

Marco está pensando en comprar un arma... solo por "protección"

Crónica de una semana


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¿Qué puedes ver?, ¿qué dice cada ves que ves?, ¿que te tiene tan seguro que en realidad no deberías ver a través de lo que crees ver? No sé que diga, pero quién lo hizo, tuvo que haber pensado mucho en ello pués lo escribió 9 veces en una banca cualquiera.


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La unica frase que puedo hacer con unos imanes alfabeto... hay muy pocas letras para formar algo con coherencia.


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Hace un año que mi abuela murió. Aquí en medio de la noche, buscando la única luz en toda la oscuridad.


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40 kilates en sus manos. Si, éstas cosas pasan.

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Street style.


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"Dejame ver tus estrellas"

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Publicidad. (no estas ahí)

comic car
El carro caricatura, de el otro lado decía SPLASH!. El batimovíl murió de envidia.

La mejor compra de la semana

La mejor compra de la semana

Una playera de la gata Kitty en el mercado más austero de toda la colonia del tecnologíco. Buscaba qué tipo de tacos desayunar y la ví, la historia es predecible.

El vendedor chilango, la mercancía chilanga, una ganga en realidad.

Si, lo volvería a hacer.

Pronto: más foto-post pues ya tengo celular con camarita. "Chafiiiiiiiisíma", pero sirve.