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Silence Is Sexy

Te quiero...

Hay dos tipos de "Te quiero".

I.

Aquel que sale desgarrando el estómago con anzuelo, por la insania que produce el querer el calor de un cuerpo ajeno, sin maldad, más puro que el agua que necesita, el extracto del ser queriendo ser acompañado, al viento, sin ataduras, desinteresado y al mismo tiempo necesitado de una palabra complementaria, se dice en secreto o a mil voces, pero siempre tiene el mismo efecto en la persona quien lo dice: dice alivio, dice compasión, dice la vida y hasta predice la muerte. La frase dice promesas que la mente no comprende pero que el corazón cobra, denota locura y diagnostica pérdida de sueño. Hace eco en la noche llena de insomnio y a veces para curarlo se necesita repetirlo a las estrellas ochocientas veces más, no para opacar las lágrimas y ansias, si no para perfeccionar la autenticidad.

II.

El otro, lleva podredumbre en la escencia. Se murío desde antes de dar la orden de pronunciarlo. Es usado por aquellos que ocultan pena, traición y sospecha. Amortigua el dolor, trata de esconder lo que hay bajo la cama, no tiene dueño pero si móvil, la costumbre es quién le compró el alma y va caminando hacia los oídos a la par con la mentira, aunque a veces vuela sola la condenada, a donde quiera que la llamen, palabras armoniosas que no muchos desenmascaran. Lleva veneno en las entrañas, lo suficientemente fuerte para sedar al corazón y empachar poquito a la sensatez, solo hasta que otra dosis venga a hacer efecto, la abstinencia de está frase provoca en unos inestabilidad asi como alivio. Sabe a miel con resaca amarga. 

III.

Amo tus mentiras... ¿te gustaría que fueran reales?

1 comentario

Sofi. -

Me gustó mucho tu manera de escribir, felicitaciones, te agrego a mis vínculos y pasaré seguido!