Monólogos
No me había dado cuenta hasta hoy... hasta este preciso instante.
Me di cuenta de que si no veo tus ojos, es como si tu no estuvieras ahí, formando parte de la conversación. Necesito ver directamente a tus pupilas para saber que dices la verdad. Asi que todos los diálogos que has dicho, en donde estés dando la espalda, no te vea o uses lentes para ocultar tu semblante, son palabras dichas al viento para que éste las borre...
Lo que tengo que hacer ahora, es hacer memoria... toda conversación va a ser escaneada por la sensatez.
Dada esta orden a mi mente... lo dudo. Me gustan tanto tus palabras que ya no me importa si son ciertas o no.
¿Me gustará sufrir?
2 comentarios
Alberto -
Orizschna -
Saludos!