Mi cultura y su folk-dance.
Hoy tuve un flashaso artístico.
Acompañé a una buena amiga a una presentación de ballet folklórico y me fui hasta los vestidores con toda la compañía de danza y ahí, en medio de tanto maquillaje, tantas telas, tantas flores, moños, costuras, bordados, colores y con una cámara entre las manos tuve la más genial de todas las ideas como una artísta visual amateur. Un cortometraje.
Fluía el hilo de la historia en mi cabeza. No un corto donde aparecen bailando y la fregada, no... todo lo que pasa detrás de bambalinas para que cuando salen se vea tan fabuloso. En ningún momento los tomaré bailando. Lo interesante de mi historia es que en los vestidores, se crea una atmósfera de expectación, un ritual que es vestirse y engalanarse con cada traje tipico, son capas y más capas de faldones, fondos, fajas, faldas, etc. Y como cada uno de los participantes aprendío de alguien superior a el todo este conocimiento es todo un display de habilidades. Si a mi me hubieran dado esos 7 kilos de telas y dicho vístete, nunca pudiera haber pasado de una prenda.
Luego, como son tantos colores, me dan ganas de tomar todo en blanco y negro y macro-shots, si acaso a la hora de editarlo dejar que solo un color de cada traje se vea en cada toma. Ahora un amarillo, ahora un verde, ahora un azul... ya me veía yo haciendo una toma acercada a los cascabeles, es todo un sacrificio, me recordó a los corséts de la época victoriana pero ahora con dijes metálicos y alrededor de las pantorrillas. Las vueltas que deben de darse para poner en su lugar a una sola faja. ¡Tántas cosas!
Ya me ví, ahora que tengo un proyecto, tengo toda una vida para llevarlo a cabo.
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