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Silence Is Sexy

Música

MMMBop

Lo vi de reojo en cierto programa de TV "Favoritos del POP: 90’s", y en cuanto reconocí la melena rubia y la tonadita, me transportó a mi remoto y vergonzoso pasado.  A mi, me gustaba esa canción. Es más, alucinaba con ella. Aquí está el video que por gloriosas razones no tengo derechos de postear . El pasado está muy bien guardado por códigos del You Tube.

¡Aquellos días!, ¡aquellos tiempos!

En esos entonces yo tenía alrededor de 10 años, usaba la computadora para hacer dibujitos y cartelitos, jugar con enciclopedias  interactivas y ya. El internet era algo con lo que mi madre me quitaba de en medio. Ella checaba mail en el Outlook y esas cosas bien aburridas.

Me acordé de mis primeros encuentros con MI música. Cabe mencionar que tuve una infancia monopolizada musicalmente por los gustos de mi padre. No me quejo, había desde Pink Floyd, hasta José Luis Perales,  muchos Beatles y algo del TRI. Pero eran sus gustos, "de él".

Me acordé del día en que con mi domingo de "diez pesos", pasé por un puestecito ambulante de cassettes chafita, y me compre el que decía "Mega Dance ‘98". ¡El hit del momento!, que aparte tenía otras canciones. Llegué a mi casita, y en una grabadora fea que era de mi tía, puse el cassette y boom. Me quedé como una hora o más escuchándolo completito.  Con el tiempo hice mi rutina de llegar, poner "play" a la grabadora y solo escuchar las que de verdad me gustaban, como ésta que les acabo de decir de Hanson. ¡Washashaba esas canciones hasta el cansancio! ¡Dios mío!

Cuando uno desempolva éste tipo de recuerdos, vienen a la memoria tantos pequeños detalles.  Como que el cassette era de color blanco. O que yo tenía un par de tenis igualito a los que se usaban en ése video. Que no me dejaban ver MTV. Que yo era la única chavita de mi salón que sabía cómo usar una computadora.  Que las otras chavitas cantaban en español porque a ellas si les daba pena washashear canciones que no sabían. Que mi maestra se aprovechaba de mis conocimientos computacionales para hacerle tapas a los cuadernos de sus planeaciones y cartelitos para decorar el salón. Que al parecer, en intentos de compartir mis conocimientos musicales presté ese cassette y nunca me lo regresaron. Que a partir de ahí ahorraba para comprar más música, en cassette, hasta que el gusto sólo me duró como tres semanas pues comencé a ahorrar para unos patines o sepa que otra urgencia pre-adolescente del momento.

Hace ya más de diez años de eso y juro. Juro que ésta es la primera vez que veo el video.

Siento que si hacemos analogía, Hanson Bros. es para los noventas, como Jonas Bros. para la época actual. Sí, ¿no?...fuchi.

Nunca he escuchado la misma canción de Psycho dos veces

El sábado pasado, mi vecina tuvo una fiesta en su casa. Empezó como típica reunión de adolescentes sin nada más que hacer. Las quince veces que crucé la calle se divisaba desde lo lejos la chela barata y muy de cerca se escuchaba el infame reggaetón y las conversaciones banales de “no gooooei”, “no mames, gooooei”, etc. Si se preguntan por qué crucé la calle tantas veces, no les diré, pero créanme que fue exclusiva necesidad y no fisgoneo.

La tarde se apagó, después de un rato dejó de ser tarde de púberes y comenzó la noche de ligue. Vario producto femenino circulaba entre carros último modelo y las últimas tendencias del alcoholismo con Whisky. Lo curioso es que las nenas de éste tipo y a esta edad y en éste tipo de lugares, sólo calientan y justo cuando empieza lo bueno, el papá toca la bocina para que salgan despavoridas.

Qué patético es que esté relatando una fiesta a la que principalmente no asistí. Me siento como Pavlov con sus perros, o cómo detrás del cristal de la sala de interrogaciones de C.S.I., no estuve formando parte de la susodicha “fiesta”, pero por ser vecina de al lado se me quedó la impresión, la desvelada, los vasos desechables en la cochera y como no, el “delicatesen” de selección musical.

Como por las dos de la mañana, ya había un aproximado de 80 personas en la casa-cochera-patio y hasta en la calle. Y de tener un volumen moderado para todas la mezcla de salsas, cumbias y otros éxitos del reggaetón, a alguien, espero no saber nunca quién, se le ocurrió poner a todo volumen en el estéreo del auto (vía bluetooth gooooei) algo así como un disco completo de Psycho. Puta.

El Psycho, en mis épocas de teatrera, preparatoriana, en busca de un adapte social, el psycho era la onda “goooei”, tenía sus sub-géneros y hasta clasificación categorial. Había Psycho de calle, psycho de antros, psycho machín para raves, psycho barato de puestecito de mercados, etc. El que alcancé a escuchar y ver vibrar, entraba en la última categoría (de mercadito). Me quedé en OFF y en vela durante más de una hora. Hasta que paró, no sé si el disco se acabó o llegó patrulla, no lo sé, pero aquella cosa maldita que lastimaba mis oídos ya no estaba ahí.

Me acabo de enterar, dos días después del suceso, que mi otro vecino de al lado llegó a mitad de la fiesta (justo durante el episodio psycho), entró a la casa, pateó a dos perdidos en el suelo, desconectó bocinas, tiró una laptop y casi muere. Docenas de chavitos alcoholizados le dieron muchos golpecitos que cuando recupero el conocimiento, dio de testimonio de que “no pegan tan fuerte”. Quiso poner demanda, que no procede por daño a la propiedad ajena y demás burocratices.

En fin, es cierto eso que digo, NUNCA he escuchado la MISMA canción de psycho dos veces, para mí todas suenan diferentes, o la verdad inconsciente es que algunas son tan espantosas, que, hay que borrarlas de la mente para poder decir que nunca quiero volver a escuchar eso.
Estoy madurando, diría mi madre.

Needle in the Hay

Gracias Cinemax por transmitir grandes películas en la noña programación de mi sistema de cable.

Al fin tuve la oportunidad de ver "The Royal Tenenbaums", lamento decir que no se coloca en un alto lugar de mi Top 5, pero eso no quiere decir que no sea digerible o "buena".

Primero, adoro la iniciativa de un guión original. Segundo, me encantan los personajes con algún desbalance emocional/ psicológico/ conductual. Tercero, me emociona a sobremanera que una película tenga una canción que me guste o al menos que yo conosca (y eso ,ya es decir demasiado). En este caso, fue el momento orgásmico del filme.

El actor, las luces, la frase "I’m going to kill myself tomorrow", toda la rutina, la pausa, la lírica, la guitarra. Wow, éxtasis total.

Ya luego, veré si puedo hablar de Margot, que sin querer, me recuerda a una persona que usa la misma piel.

Payro

Sexy, apenas entre whisper y tonada, melódico, desgarrador, synth. Canción melodramática underground.

Me provoca un atractivo visual tan monocromático y el solo escuchar Aislado, seguido de Zutra, ambas canciones del primer disco, me deja en un estado de shock libidinoso.

No he dormido desde hace 32 horas. Estos hermanitos me dejaron un buen sabor de boca mientras mis problemas resbalaban.

¿Buenas nuevas?, tengo una próxima oportunidad para verlos... Octubre, Morbido Fest en Tlalpujahua... yummie.

www.myspace.com/depayro