La vida pasa para...

Hace unos días que estaba haciendo nada en particular, de esas veces que dejas que tu mente se vaya pensando en boberias como Tarzán entre lianas. Y de repente, sale un tema en específico. Las palabras exactas que pronunció mi cerebro fueron: es por seguro que te vas a morir

Es cierto, las únicas verdades de la vida es que naces y mueres. No sabes cuando, ni como, ni donde, pero eso no borra que pase. La verdad, no me sorprendió. Más bien como que entonces todo el hecho de estar aquí se me hizo banal... para que putas sigo aqui si no importa todo lo que haga, un día me convertiré en carne de gusanos y nadie me recordar.
Todo cambiaría si hiciera un descubrimiento, me involucrara en la política o cometiera un crimen atroz, y por donde voy... no creo que pueda descubrir algo ya que acabo de alejar mi vida para siempre de los laboratorios. La política no me interesa... no quiero ser la Licenciada que se acuesta con todo mundo para que la dejen ser secretaria del partido y con respecto a cometer un crimen, no quiero seguir los pasos de Diego Santoy, solo por que quiero tener más inteligencia para cometerlo.

Todo esto desencadena a un segundo pensamiento. ¿Quiero de verdad ser recordada?.

Todos mis antepasados han estado enterrados en el tiempo, con nombres y todo... solo conozco a mi bisabuelo pero porque todavía esta vivo, de ahi en fuera no tengo la menor idea quien carga con mis apellidos desde hace mas de un siglo, mi linea familiar se pierde en el tiempo y la historia indica que yo también perderé rastro del mundo, o el mundo perderá rastro de mi.

Respiro. Vuelvo a leer toda esta sarta de palabras y me digo a mi misma: Sale Ana, se nota que tienes muchas ganas de seguir adelante.